domingo, 18 de diciembre de 2011

Historia


La fertilidad de la tierra y la abundancia de agua parecen ser los dos factores explicativos del origen del actual municipio de Algodonales, que hoy constituye la entrada septentrional del Parque Natural Sierra de Grazalema y considerado un paraíso para la práctica del vuelo libre. Sus primeros asentamientos humanos, de época neolítica, tuvieron lugar en los abrigos naturales de Cueva Santa, Chamusquina y Castillejo, a los que hay que añadir las posteriores fortificaciones ibéricas del Cerro de la Botinera.
Fueron vecinos de la cercana Zahara quienes a comienzos del siglo XVI empezaron a colonizar una vega extendida a los pies de la sierra de Líjar, en la cuenca del río Guadalete, que al poco tiempo, con la agrupación de las primeras casas, se convirtió en la puebla de los Algodonales, denominación con la que el núcleo fue conocido durante toda la Edad Moderna.
El hecho de que muchas de las viviendas de los colonos que se fueron agregando se construyeran en terrenos comunales provocó la protesta del núcleo matriz, con el que disputaba el control del agua y los pastos. El Concejo de Zahara emprendió a mediados del siglo XVI un pleito ante el señor de estas tierras, el duque de Arcos, y decidió derribar las casas de la aldea. Pese a esta devastación, en el año 1566 adquirió el rango de aldea, obteniendo la bula papal para construir una iglesia bajo la advocación de Santa Ana. El templo actual, fundado en 1784 y obra del arquitecto José Álvarez, es el edificio emblemático de Algodonales y está situado en el centro neurálgico de la villa.
No fue aquella del siglo XVI la única destrucción que registra la historia de Algodonales. Durante la Guerra de la Independencia, en 1810, las tropas francesas incendiaron el núcleo, dando muerte a casi una décima parte de su población. El escudo actual del municipio (una casa incendiada) refleja la tragedia sufrida por sus habitantes en aquel conflicto. Precisamente, el comportamiento heroico de los defensores de la puebla frente al ejército napoleónico fue el argumento que esgrimieron para exigir su segregación respecto de Zahara de la Sierra. En 1817, el rey Fernando VII otorgó a Algodonales el título de villa y un término propio de 23.000 fanegas. Hoy día se compone del núcleo principal y la pedanía de La Muela.
Algodonales es uno de los municipios más extensos de la comarca de la Sierra de Cádiz. Posee 135,5 kilómetros cuadrados de superficie, la mitad, de uso forestal. Situada a 370 metros sobre el nivel del mar y emplazada a las faldas de la sierra de Líjar (cuya cota más elevada es de 1.051 metros), el término es regado por los ríos Guadalete y Guadalporcún.
Su población de derecho actual es de 5.680 habitantes, según los datos del Instituto de Estadística de Andalucía referidos al año 2000. De éstos, 2.923 son hombres y 2.757 mujeres. Esta cifra es inferior a la registrada en el censo de 1981, fecha en que Algodonales tenía 5.820 habitantes. Curiosamente, el número de habitantes es hoy prácticamente similar (en realidad, algo inferior) al registrado a principios de siglo. En 1900 Algodonales lo componían 5.798 habitantes. La población fue aumentando hasta mediados de siglo. En 1950 registraba 8.814 habitantes. A partir de entonces se constata una evolución demográfica descendente.
Su evolución demográfica fue:
En 1900 5.798 , en 1950 8.814 , en 2000 5.680 y en la actualidad alrededor de unos 6.000.

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